EDITORIAL HIDROVÍA PARAGUAY - PARANÁ UNA SOLUCIÓN REAL PARA EL COMERCIO EXTERIOR BOLIVIANO
De: Lic. Juan Pablo Saucedo Vidal Gerente de Estudios y Proyectos INSTITUTO BOLIVIANO DE COMERCIO EXTERIOR - IBCE
Hablar de la Hidrovía Paraguay-Paraná es hablar de soluciones para el comercio exterior boliviano. La profundización de su uso ha sido una constante propuesta desde el Departamento de Santa Cruz a fin de mejorar la competitividad del comercio exterior boliviano, una alternativa eficaz para la salida y el ingreso de mercancías a través del Océano Atlántico, como lo ha reconocido el propio gobierno. En la presente edición de “Comercio Exterior” se describen los resultados de un análisis estadístico del movimiento de la carga boliviana según vías de salida/ingreso así como se hace también una comparación objetiva sobre las características y costos implicados por el uso de diversos puertos con salida tanto al Océano Pacífico como al Atlántico, para la carga boliviana, incluyendo aquellos pendientes de consolidación en cuanto a infraestructura logística y de accesos se refiere.
A estas alturas, no cabe duda que las estadísticas demuestran que la Hidrovía Paraguay-Paraná es una alternativa factible para el comercio exterior del país, pues el sistema portuario boliviano cuenta con tres puertos en efectiva operación sobre el Canal Tamengo: Puerto Aguirre, Puerto Jennefer y Puerto Gravetal, que movilizaron cerca de un millón y medio de toneladas en la gestión 2016, un millón correspondiente a exportaciones y medio millón a importaciones. Entre los productos exportados a través de los indicados puertos, destacan la soya y sus derivados, a saber: 824 mil toneladas de torta, 177 mil toneladas de aceite y 20 mil toneladas de grano.
Por el lado de las importaciones destaca el diesel como el principal producto que ingresó a través de la Hidrovía, con un volumen de carga de 297 mil toneladas, seguido de gasolinas (94 mil toneladas) y malta sin tostar (24 mil toneladas). Las principales razones para impulsar un mayor uso de la Hidrovía Paraguay-Paraná tiene que ver primeramente con el hecho de consagrar una salida soberana al mar para Bolivia –en este caso, al Océano Atlántico- con una “administración boliviana”, permitiendo a los operadores de comercio exterior del país contar con mayor certidumbre para su cadena logística, algo que en el último tiempo no ocurre con la salida por el Pacífico vía puertos chilenos, por razones que escapan al control de los exportadores e importadores bolivianos, y que han significado un perjuicio para ellos así como para todos los que están involucrados en la cadena del movimiento de carga internacional.
La segunda razón tiene que ver con la competitividad de nuestros operadores de comercio exterior. En esta edición de “Comercio Exterior” se muestran las reducciones en costos logísticos y de transporte, de utilizarse la Hidrovía Paraguay-Paraná como alternativa, más aún teniendo en cuenta las potencialidades del anhelado Puerto Busch que a mediano plazo se espera sea una realidad. Con menores costos, los operadores de comercio exterior podrán competir en mejores condiciones que sus competidores de países vecinos como Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, que ya hacen uso de la Hidrovía para movilizar su carga y que, además, poseen una producción agroindustrial muy similar a la que el Departamento de Santa Cruz podría movilizar por la Hidrovía a mayor escala. Un tercer y no menos importante motivo por el cual la Hidrovía Paraguay-Paraná debería ser una prioridad para Bolivia, es el efecto de la inversión tanto pública como privada que falta por ejecutar, lo que podría implicar un gran “polo de desarrollo” en el Sudeste de Santa Cruz con la creación de numerosas fuentes de empleo, tanto para la construcción de infraestructura así como con los servicios que podrían masificarse con una utilización a mayor escala de esta vía de salida.
Contar con esta posibilidad económicamente viable, aumenta las chances del país para alcanzar la gran meta que se ha propuesto de triplicar la producción de alimentos al 2025, para consolidar la soberanía alimentaria nacional y generar cuantiosos volúmenes para la exportación, siendo este corredor fluvial enormemente gravitante. No cabe duda que la Hidrovía Paraguay-Paraná es una solución para el comercio exterior de Bolivia, ahora mismo y, con mucha más razón, si a mediano plazo se consolida el ansiado Puerto Busch.
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